jueves, 24 de enero de 2019

Barbastro se queda sin testimonio de su pasado ferroviario con la retirada de las vías de tren por el Adif

Sin palabras. He decidido titular esta entrada del blog con el mismo titular de la noticia que me impacta. Todavía recuerdo a nuestros políticos locales, cuando ADIF retiró la mayoría de vías de hierro y traviesas de madera, que mantenían las vías hasta el Polígono Industrial como testimonio de esta infraestructura histórica y patrimonio industrial.

Hoy siento, profundamente, al ver esfumarse esa promesa. Y sufro al ver que del tren (que tanto costó levantar a unos osados y adelantados barbastrenses de hace ya siglos) no queda NADA. Absolutamente nada.

A continuación transcribo la noticia, elaborada por Ángel Huguet, y publicada en www.rondasomontano.com el día 22 de enero de 2019.

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La brigada de operarios contratada por la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) retira las traviesas y tramos de vía férrea del antiguo trazado del ramal ferroviario, en desuso desde el año 1969. Se cumplen 50 años desde que circuló el último tren de viajeros y 140 años desde la inauguración del ferrocarril Selgua-Barbastro, en el año 1880, por iniciativa de la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España. El tráfico de mercancías resistió unos años hasta que Renfe clausuró la línea entre las de baja rentabilidad por aplicación del Contrato de Programa en 1984.

Las tareas de retirada de traviesas y de vías que se realizan desde hace una semana son continuación de las que se llevaron a cabo hace años cuando se construyó la nueva Avenida de la Estación. Ahora, se eliminan todos los tramos pendientes hasta el Polígono Industrial, de manera que desaparecen los últimos vestigios que recordaban la historia del ferrocarril y de la línea que conectó Barbastro con la Estación de Selgua que servía de conexión con la red general previa parada en el apeadero de Castejón del Puente por donde circularon varios trenes, entre ellos “La Burreta”.

El alcalde Antonio Cosculluela informó que “la vía se levanta porque no está en condiciones en los tramos donde se trabaja en tareas de limpieza y mantenimiento por cuenta de Adif, propietario del terreno, para adaptar ese itinerario en sendero de vía verde si prosperan las condiciones para el alquiler y arriendo que se estudian”.

Se negocia entre los técnicos de ambas partes y se ha redactado un borrador “en espera de que se firme el convenio a corto plazo con duración prevista de varios años”. Por otra parte, indicó que “el proyecto se ha presentado en el Ministerio, donde ha sido aceptado y en el Gobierno de Aragón en espera de que se puede ejecutar la Vía Verde entre Barbastro, Castejón del Puente y Monzón con más de dos millones de euros, solo será viable si hay recursos de las administraciones públicas”.

La adecuación de la vía verde completa de 9 km. incluye la dotación de nuevas infraestructuras y la adecuación del antiguo apeadero de Castejón del Puente. El estudio técnico realizado por la empresa Prames, hace cuatro años, estimó el coste en 2.248.000 € pero su ejecución no es viable sin ayudas o subvenciones a las que pueden tener acceso los ayuntamientos mediante convenio con Adif.

Mientras tanto, el Ayuntamiento de Barbastro adaptará el tramo hasta el Polígono Industrial para hacerlo “practicable”. La inversión de 25.000 € que estaba prevista en el año 2018 -por compromiso político con Cambiar Barbastro- no se ejecutó y se ha incorporado al borrador de Presupuestos del 2019 para su ejecución en tareas de mantenimiento, según informó el alcalde.

La senda va paralela al trazado de vía estrecha por donde circularon “la burreta”, la “Tirso de Molina”, la “tanque” número 232, la locomotora a Diesel 1401 y el ferrobús, hasta la supresión de trenes de viajeros (15 diciembre 1969). Más tarde, trenes de mercancías a “vagón completo” hasta el año 1984

Apuntes para la nostalgia

El recorrido depara la posibilidad de muchos recuerdos, nostalgias y apuntes para la historia ferroviaria de Barbastro. Joaquín Torres Borruel conoce varios muy curiosos y poco conocidos, entre ellos los terrenos para el proyecto de construcción del cementerio republicano que no prosperó por falta de autorización de Renfe. Además, la desaparición de un vagón de mercancías localizado en el túnel, las oliveras “plantadas” por el abuelo de Torres en el año 1875 para “proteger los terraplenes próximos a la vía”. En el mismo tramo está, semioculto entre maleza densa, el búnker construido para la Plana Mayor del cuartel General Ricardos “en caso de bombardeo”, cerca de una antigua tejería de la que no queda nada y el propio túnel en curva, entre las novedades pioneras de la época, según Torres Borruel.